
Cuando alquilas una vivienda turística o te registras en una plataforma de alquiler vacacional, es habitual que se solicite una fianza. Pero, ¿sabes exactamente qué es, para qué sirve o cuánto se pide de fianza en España? En este artículo de Check-in Scan respondemos las dudas más comunes sobre este tema, tanto para anfitriones como para viajeros.
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La fianza es una cantidad de dinero entregada por el huésped al propietario o gestor de la vivienda antes o durante la estancia, como garantía del cumplimiento del contrato y de posibles daños en el alojamiento. A diferencia del pago del alquiler, esta cantidad es reembolsable, siempre que la vivienda se devuelva en buenas condiciones.
En España, la fianza se considera un depósito temporal que protege al propietario frente a desperfectos, pérdidas o incumplimientos por parte del inquilino o viajero.
La fianza sirve como garantía económica ante imprevistos o daños ocasionados durante la estancia. Entre las coberturas más habituales están:
Es importante destacar que la fianza no cubre el desgaste natural del inmueble ni problemas estructurales ajenos a los huéspedes.
No existe una cantidad fija establecida por ley, por lo que el importe puede variar según el tipo de alojamiento, su ubicación o la duración de la estancia. Sin embargo, sí hay unas referencias generales que se aplican en el sector:
En comunidades autónomas donde los alquileres vacacionales están regulados, algunos decretos incluyen recomendaciones o límites máximos. Por ejemplo, en Cataluña o Baleares, el importe debe comunicarse al huésped antes de la confirmación de la reserva y gestionarse de manera transparente.
La devolución suele realizarse una vez comprobado que no existen incidencias. En la mayoría de los casos, el reembolso ocurre en un plazo de 24 a 72 horas después del check-out, aunque algunos anfitriones amplían ese margen hasta 7 días para verificar el estado completo del alojamiento.
El método de devolución depende de cómo se realizó el depósito: plataforma de reservas, transferencia bancaria o gestión directa. Siempre debe acompañarse de una comunicación clara al huésped para evitar malentendidos.
No, la fianza no es un requisito legal obligatorio en todos los casos, pero sí una práctica recomendada por la mayoría de los gestores y plataformas. Ayuda a mantener una relación equilibrada entre confianza y responsabilidad. Además, en muchas aseguradoras y servicios de gestión de alojamientos (como Check-in Scan) existen sistemas automatizados para registrar, cobrar y devolver la fianza de forma digital y segura.
Ambos conceptos suelen confundirse, pero no son lo mismo:
En resumen, la señal asegura la reserva; la fianza protege el alojamiento.
Tanto si eres anfitrión como huésped, hay buenas prácticas que ayudan a evitar conflictos:
La fianza en el alquiler vacacional es una herramienta que protege tanto al anfitrión como al viajero. Bien gestionada, garantiza responsabilidad, transparencia y confianza mutua. En un mercado cada vez más profesionalizado, establecer una gestión clara y automatizada de la fianza es un paso esencial hacia la excelencia en la experiencia turística.
En Check-in Scan te ayudamos a cumplir con los requisitos legales, gestionar tus huéspedes y proteger tus reservas de forma simple y segura.